sigo la luz no se detiene no para arriba abajo sigo la luz un gato dos gatos maúllan sigo la luz llega el jueves y el martillo golpetea la pared toc toc toc retumban los muros la gente mira gira de un lado a otro otro gato no hay sombras se enciende un cigarro otra luz humo llenando el cuarto los pulmones el cerebro
un niño o un mono un niño o un mono da igual camina también se pierde y el techo cubierto de tirol gases vidas olor a ceniza depositándose en un tarro un beso amargo dos senos tus piernas mis piernas tu sueño escribo en papel cuadriculado mis uñas repletas de tierra Orizaba Puebla se conocen
sigo la luz se antoja una cerveza mil quinientas piezas del rompecabezas tiradas un rey y una reina sólo seis peones
me levanto piso otro peón dos tazas de café y el asiento me lo tomo con cuchara
la ventana atrapa el aire lo distribuye por la casa y un nido de palomas en el techo regreso a la cama las sábanas no están rasuradas mi barba sigo la luz cinco balas y un barril el revolver
otro escrito diez líneas en otra página pienso araucarias y lavandas y el viento que gira que canta un tordo a las dos de la mañana
sigo la luz me vuelvo a levantar me siento me aviento me acuesto patearon un perro y el pié se posa sobre el suelo
frío Martha Nadia Venezuela una franquicia otra margarita y otra mariposa
pienso no escribo el 69 y el 57 y los muchos argentinos sin premio
sigo la luz ahora son mas y las manecillas que no cesan
me volteo el peso te aferra al suelo otra vez el suelo huelo a tela nueva me ahogo hay fantasmas de humo y la soledad un cable sin fin que se pierde al otro lado
no hay espacio ni carbón las luces que bailan el espiral detiene mi puntilla
sigo las luces fornican se multiplican son leyes divinas
sigo las luces ahora el roce de la lámpara la limpia arsénico en la madrugada un disparo cinco balas aún
sigo la luz y no muero ni duermo.
