Es cierto, según algunos versados en la materia, nos encontramos hoy en la fecha de 3 de Enero de 2010 pero esto no es màs que un accidente temporal, dictado por Gregorio XIII y el cual -según decreto - dio fin al calendario Juliano.
Muchos son los antecesores a este calendario y tambièn muchos son los acontecimientos que, -aparentemente- manifiestan que dichas fechas son las correctas.
En el calendario Juliano al papa Silvestre II le tocò vivir el cambio de milenio, cosa que tambièn le toco vivir a Juan Pablo II mil años despuès, versaba la frase: MIL Y NO MÀS, ò EL AÑO 2000 FIN DEL MUNDO.
Hemos pasado por muchos cataclismos hipotèticos, supuestos, o como quieran llamarles.
Si seguimos los conceptos de Guillermo de Ockham, la hipòtesis que menos axiomas presente y cuyo fin sea el mismo, debe de ser considerada como la verdadera, entonces, serìa necesario plantear un calendario sin principios divinos, cuyos puntos de referencia sean basados en el inicio del mundo y no en especulaciones teològicas, para concretizar el inicio de las eras.
Todo esto lo escribo a colaciòn de mi dìa y trece horas que pasè sin fumar.
No fuè por promesa de inicio de año, inicìo que a Cronos le valìo un soberano pepino- sino por un completo y absoluto periodo de invernaciòn que disfrutè de manera indescriptible-
El año no ha iniciado, o tal vez iniciò en otro momento y no nos dimos cuenta.
El proposito fundamental para cualquier momento es, hacer lo màs placentero, lo màs agradable, lo "correcto" cada instante sin preocuparnos si es proposito de inicio de un pseudo año o no.
SALUDOS.
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